Si te pude entender
no es porque te haya aceptado como sos
no te puedo aconsejar, no te puedo sacar de ahí, salvo vos.
Lively up yourself.
El tiempo se vuelve un cuento, ¿y qué?.
17 de septiembre de 2011
22 de agosto de 2011
3 de agosto de 2011
Vino un duende que parecía loco y me dijo de cómo hay que hacer
Para poder hacer esas cositas que yo y vos queremos aprender
Que en la vida hay un sueño y esta vez yo lo quiero sacar
Yo no quiero otra vuelta quiero esta para disfrutar lo que hay para mi
Lo que hay para vos llegamos hasta acá vamos a hacerla hoy.
Para poder hacer esas cositas que yo y vos queremos aprender
Que en la vida hay un sueño y esta vez yo lo quiero sacar
Yo no quiero otra vuelta quiero esta para disfrutar lo que hay para mi
Lo que hay para vos llegamos hasta acá vamos a hacerla hoy.
24 de julio de 2011
Los nadies
Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan
los nadies con salir de pobres, que algún mágico día
llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros
la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni
hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo
la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y
aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el
pie derecho, o empiecen el año cambiando de escoba.
Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.
Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la
liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos.
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la
crónica roja de la prensa local.
Los nadies, que cuestan menos que la bala que los
mata.
Nunca dejes de abrirte, no dejes de reirte,
no te cubras de soledad
y si el miedo te derrumba
si tu luna no alumbra
si tu cuerpo no da más
no te dejes desanimar
basta ya de llorar
para un poco tu mente y ven acá
Estás harto de ver los diarios
estás harto de los horarios
estás harto de estar en tu lugar,
ya no escuchas el canto de los mares
ya no sueñas con lindos lugares
para descansar una eternidad
No te dejes desanimar
no te dejes matar
quedan tantas mañanas por andar.
11 de julio de 2011
24 de junio de 2011
El diagnóstico y la terapéutica
El amor es una enfermedad de las más jodidas y con-
tagiosas. A los enfermos, cualquiera nos reconoce. Hon-
das ojeras delatan que jamás dormimos, despabilados
noche tras noche por los abrazos, y padecemos fiebres
devastadoras y sentimos una irresistible necesidad de
decir estupideces.
El amor se puede provocar, dejando caer un puñadito
de polvo de quereme, como al descuido, en el café o en la
sopa o en el trago. Se puede provocar, pero no se puede
impedir. No lo impide el agua bendita, ni lo impide el
polvo de hostia; tampoco el diente de ajo sirve para nada.
El amor es sordo al Verbo divino y al conjuro de las bru-
jas. No hay decreto del gobierno que pueda con él, ni
pócima capaz de evitarlo, aunque las vivanderas prego-
nen, en los mercados, infalibles brebajes con garantía y
todo.
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